Al menos 20 personas han muerto de forma extraña en las calles de Nicaragua en las últimas dos semanas, algo inusual que está alertando al país centroamericano en medio de la pandemia del coronavirus (covid-19).

Un acta médica de un paciente que falleció el sábado y que fue enterrado sin velatorio previo y en un ataúd completamente sellado, dictamina que murió de una neumonía severa, pero los familiares aseguraron que había presentado síntomas como dolor de cuerpo, tos seca y fiebre de más de 40 grados, indicios de estar infectado con covid-19.

Un guardia de seguridad, identificado como José Noel Amador de 47 años de edad, murió de un derrame cerebral en su puesto de trabajo, informaron medios locales.

En el departamento de Rivas, un hombre de 85 años falleció en una sucursal bancaria mientras hacía cola para cobrar su pensión y otro hombre de 68 años murió de forma súbita mientras se conducía en una motocicleta.

Además de las misteriosas muertes en las calles, medios locales han captado imágenes de entierros que se realizan a medianoche por personal cubierto con trajes de protección similares a las que se usan para tratar a pacientes con covid-19.

Varios de esos entierros se han realizado en las zonas de Managua, Rivas y Chinandenga, y se han reportado como entierros clandestinos por los pobladores de esos departamentos.

Según el diario El Confidencial de Nicaragua, los hospitales de Chinandenga han colapsado contando por decenas la entrada de pacientes supuestamente infectados con el covid-19, incluyendo personal médico.

Hasta el domingo, las autoridades de Nicaragua solo reconocen 16 casos de coronavirus y cinco fallecimientos. El gobierno dejó de informar sobre la pandemia desde hace una semana.

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